Tan inesperada como merecida ha sido la derrota ya que el Cerdanyola nos ha superado en todas y cada una de las facetas del partido: concentración, intensidad, efectividad anotadora, rebote, anticipación, circulación de balón… Además el equipo ha notado excesivamente la ausencia del equipo técnico titular en el banquillo, tanto los jugadores de pista a los que parecía hacerles falta notar el «aliento» de Marc en la oreja para tener ese plus necesario como los del banquillo para mantener la concentración necesaria para salir a jugar. En definitiva, resultado que vendrá bien a todos (jugadores, técnicos y afición) para mantener los pies en el suelo y aprendiendo de los errores para poder conseguir todavía algo importante.
Força SESE!!!