La crónica de esta semana es diferente,
pero, no por ello,
menos precisa e inteligente.
Hay un equipo de preadolescentes,
que juega a básquet en el Maresme,
donde todos son altos, mayores y fuertes.
No está bien que un entrenador que se sabe ganador,
para hacer más abultada la derrota del contrario,
presione todo el campo para quedar mejor.
No hubo básquet, sino una constante y rápida carrera:
el partido empezó y acabó de la misma manera.
No me dio tiempo de contar un cuento para que Lucía se durmiera…
Breves fueron mis notas,
pues todo el rato se repetían las mismas cosas:
correr y correr
para luego la pelota perder.
El Masnou, en ataque, todo lo acertaba,
y, en defensa, con un buen empujón, todo lo solucionaba.
El SESE, en ataque, con mucha dificultad lo conseguía,
y en defensa, con demasiada facilidad, sucumbía.
Cómo pasar el balón
debe ser la próxima lección;
en picado sí, nunca en globo,
y lograremos evitar el robo.
A pesar de todo, cuando más se aprieta al SESE,
este equipo más se crece.
Con el quinto cuarto,
se empezó a ver un juego mejor.
Y, desde este momento,
los padres pudimos disfrutar de la mejor parte del encuentro.
Esta crónica no puedo acabar sin al árbitro un poco criticar:
ni es bueno dejar jugar, sin nada pitar,
ni es bueno pitarlo todo, sin dejar jugar.
Actuar de esa manera
el juego se altera
y causa gran perjuicio
al que menos se lo espera.
Nuestros chicos, bien educados,
pocas faltas cometieron;
los contrarios, más avispados,
hicieron todas las que pudieron.
No hace falta que diga el resultado
pues todos sabemos que al final fue abultado.
Barcelona, a 28/1/2019
esultats i classificació fase prèvia
Resultats i classificació fase regular
Fotos de la temporada